ECONOMÍA: España será una de las economías que más sufra por el Covid-19 con un desplome de la actividad del 30%.

Cada mes de confinamiento tendrá tal impacto económico que restará hasta dos puntos porcentuales al crecimiento económico.

De modo que «si el cierre se prolonga durante tres meses, el crecimiento anual del PIB podría estar entre cuatro y seis puntos porcentuales».

El secretario de general de la OCDE, Ángel Gurría, trasladó ayer a los líderes del G20 estas preocupantes estimaciones sobre el impacto económico de la crisis del coronavirus, ya que él mismo apuntó que es muy pronto para hablar de previsiones, y en las que también dejó constancia de que España será una de las economías que más sufra por las «medidas sin precedentes» que los Gobiernos se han visto obligados a aplicar.

Así, «el impacto potencial de un cierre parcial [como el que ya existe] o total» provocaría un desplome de la actividad de casi el 30% en España, dato que sólo superan Alemania, México, Japón y Grecia, y que está muy por encima del 15% estimado para, por ejemplo, Irlanda.

Esta fuerte caída está directamente relacionada con el hundimiento del turismo, que según las estimaciones de la OCDE caerá un 70%. En España, esta industria aporta cerca del 12% del Producto Interior Bruto (PIB) y ha sido clave en los años de fuerte crecimiento económico. «Los diferentes impactos económicos reflejan las diferencias en la composición de la actividad. Los países en donde el turismo es importante se verán más afectadas por los cierres de actividad y las limitaciones de viajes«, señala la presentación que ayer realizó Gurria y que ha sido conocida hoy.

RECESIÓN «INEVITABLE»

«Muchos países caerán en recesión económica. Es inevitable, ya que tenemos que luchar contra la pandemia al tiempo que tratamos de restaurar la normalidad económica los más rápido posible», señala también la OCDE.

«Los altos costes de las medidas de salud pública que se están imponiendo son necesarios para evitar consecuencias más trágicas y un impacto incluso peor sobre las economías», explicó Gurría a los líderes de las mayores economías mundiales. «Millones de muertes y sistemas de salud colapsados nos diezmarán financieramente y como sociedad, por lo que la primera prioridad de los Gobiernos debe ser frenar esta epidemia y salvar vidas humanas», añadió.

Por ello, el máximo responsable de la OCDE pidió a los países medidas contundentes pero, también, coordinadas para salvar vidas y apoyar a un sector privado que presentará grandes debilidades cuando la crisis sanitaria haya pasado.

PLAN MARSHALL

Esta petición está en línea con la que Gurría ya realizó el pasado fin de semana, cuando afirmó que es necesario «un nivel de ambición parecido al del plan Marshall, que creó la OCDE, y una visión similar a la del New Deal, pero ahora a nivel mundial». «La pandemia trae consigo la tercera y la mayor crisis económica, financiera y social del siglo XXI tras el 11-S y la crisis financiera mundial de 2008″, apunto el secretario general en un un documento que tituló Acciones conjuntas para ganar la guerra.