Marco López Veigat |Colaborador.
Verdadera Justicia
Desde que pude intercambiar palabras con La presidenta de la Comunidad de Madrid en enero, me di cuenta que había una gran persona tras ese cargo, vi que la gente se mofaba de ella como por ejemplo “El Jueves” con un test de sus “Tweets” o cosas similares, pero cuando llegó esta pandemia, el Covid-19, mi tía fue de los primeros infectados en Madrid, allá por el 4 de marzo, me quedé desconsolado ya que pensaba que mi tía iba a morir confinada en su casa al estar en el grupo de riesgo, pues vaya sorpresa, quien me dijo con un simple “Estamos trabajando duro” fue ella, y eso me consoló, no sabía a qué se refería, pero sabía que no me mentía.
Tras el inicio de todo este caos tras el 8-M, la vi trabajar antes que nadie sin apoyo de ni un solo miembro del gobierno de españa y vi que si bien nadie es perfecto, ella se implicó por todos sus ciudadanos y tomó medidas antes que nadie, al igual que el señor Almeida.
Tras recuperarse del Covid-19, la vi ser sincera, cosa que falta en España, y dijo algo que me conmovió, y es que no estaba orgullosa, no he oído en mi vida a un líder político diciendo eso.
En el Palacio del Hielo y La Almudena hemos visto su lado más humano, mientras tanto, la gente dice auténticas injurias contra ella o incluso hay dos compañeras de promoción suyas que hicieron un artículo llamado “Ayuso o la Frivolidad del Mal”, que es una vergüenza para cualquier periodista.
Les invito a todos estos “críticos” a buscar a un líder político que se haya implicado tanto que llorase en público o dijese que no estaba orgulloso, o un líder político que actuase antes que el resto, no he visto a nadie salvo a ella y al el señor Almeida levantando la voz, adelanto la respuesta, en España no hay nadie que haya hecho lo que ella hizo.
No puedo hacer más que profesar mi admiración y mi afecto por ella.
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